Y al final, sucedió, se estaban viendo las caras, se estaban mirando, ingenuos, tímidos, nerviosos. Él sentía como que algo se rompía, y ella simplemente reparaba todo, como una autopista se construye con trabajo de hormiga, así ellos comenzaban a unirse.
Creo que por un momento fueron la envidia de todo San Telmo o quizás la nostalgia personificada, ambos se reían, caminaban y se deleitaban como metidos en un film francés.
Entre porros y cervezas ya en su habitación, descubrían la felicidad que tanto tiempo se ausentó. Entre mareos, cosquillas en el corazón, tropiezos y silencios disfrutaron cada segundo, cada suspiro. Él rogaba que ella nunca lo despertara de ese sueño, y ella naturalmente se recogía el pelo. Marcando con su dedo índice puntos imaginarios en su cuello, como invitándolo al delirio de la noche que recién estaba por comenzar.
Apurado, torpe, con toda la inseguridad se acerco a ella, suavemente comenzó a tocarle el cuello, la rodeo como un depredador rodea a su victima y beso su espalda, empezó a besar cada vértebra, cerro sus ojos y se dejo guiar, se dejo llevar a su cintura.
Sumergido en su cintura, pensó que el mundo terminaba ahí, pero ella le mostró lo contrario, le mostró que el mundo realmente comenzaba ahí.
Caídos al fondo de la locura espontánea, buscando oxigeno, suspirando gritos, callando silencios, escuchando, sintiendo la respiración, ella no hacia más que volverlo loco, siempre un poco más loco.
—Soy tan predecible —dijo él acostado en su pecho.
—¿Por qué decís eso? —pregunto ella.
—Es que se me nota mucho que realmente te quiero. No dejo ni un margen de sospecha, nada, así te vas a ir con el primero que pase.
—Si todos los hombres fuesen como vos, yo no estaría acá. Ni vos acá.
—Te quiero.
—Y yo. —Respondió ella, mientras se recogía el pelo y desaparecía.
Archivado en: Los hombres también lloran
Es así, y así va a serlo por los siglos de los siglos.
Tienen razón. Somos todas putas y nos gusta sufrir.
Disiento, Clara.
Llega un momento en que, si sos un poco inteligente, te das cuenta que hay trenes que no pasan dos veces. Pero mientras siempre pensás que el próximo va a ser mejor, y puede que así sea, hasta que llegás a un punto en que caes en la cuenta que es ahí o nunca, que el próximo ya va a ser una versión desmejorada del anterior y así sucesivamente. Entonces si lo dejás ir... o peor aún, si te vas.... puede que vivas vagando...
Creo que ni yo entendí lo que quise decir.
es real, pero todo vuelve.
Yo creo que cada mujer tiene su etapa en la vida en la que es puta, es inconstante pero existe. Y lo de sufrir, es evitable y constante.
hola cris...que melancolia..hay que ponerle pilas al año que empieza..si empezamos llorando vamos mal..:P
Con respecto al txt a veces vivimos con miedo de que lo que creeemos es perfecto de vuelva imperfecto, y nos conformamos con algo que es mas facil..o por lo menos menos complicado..y a su vez cuando pensas que podria haber sido lindo intentarlo..te das cuenta que todo cambia y ya nada es como antes...
Besos
Con todo respeto a DaM!t@, cuando te dicen *cris* me suena muy gay.
Clara: Lo dijiste vos.
Lola: Lo que vale es la intención.
majo: Por supuesto que sí, todo vuelve.
Clara: Si, hoy en día, desde los 12 hasta los 30 lo son. jajaj un beso clarisa gracias por los comentarios.
DaM!t@: Si, creo que siempre es tarde. Pero no por eso hay que dejar de intentar de hacer las cosas, al contrario. Creo que hay que disfrutar ese momento por esa razón. Hacer o no hacer algo son milésimas de segundos, el recuerdo bueno o malo queda toda la vida. Saludos, gracias por el comentario.
Lola: Archivado en: Malas lenguas. Gracias por los comentarios Lola, nunca deje de confundirse.
Yo soy puta. Al menos ahora.