Se desparramó en la cama y con su dedo índice recorría mi pecho. Subía y bajaba, me daba escalofríos, me hacia temblar. Ella me hacia temblar, no los escalofríos.
Me sentía pleno cuando me besaba el hombro, cuando sus labios resecos, quebrados por el viento, se posaban en mi hombro izquierdo.
Me gustaba mucho cuando se subía encima de mi cintura tratando de no aplastarme para comenzar a besarme, desde la frente hasta los pies.
Cuando la escuchaba susurrar “sos hermoso”, cuando decía por lo bajo “¿Cómo podes ser tan lindo nene?”. Cuando no hacia falta responderle, cuando con un abrazo, con un beso, con un suspiro, ella lo comprendía todo. O cuando simplemente nos encontrábamos después de tiempos crueles de canibalismo de oficina.
Estaba completamente desnuda y sentía su calor en mi cuerpo, no hacia falta ni que me roce para sentirlo, con solo aproximar sus labios a mi frente yo ya sentía el calor.
Su pelo descansaba en mis ojos, me acariciaba los pómulos, estaba frío. Siempre tenia el pelo frío.
Sus pechos, sus pezones se conectaban con los míos, sus tetas caídas, toqueteadas, maltratadas, entraban en la palma de mi mano, pero eran muy confortables, en verdad, me gustaban.
Se movía con suavidad, con delicadeza, como si yo me fuese a romper. Me hacia sentir querido, adorado, importante. Me cuidaba en esa cama de sabanas bordó. En ese colchón de dos plazas comprado a crédito.
No hablaba, apenas balbuceaba alguna que otra frase, pero la mayor parte del tiempo se mantenía en silencio. Era toda una gata, esas gatas que te ronronean en los pies, esas gatas que necesitan sentirte para saber que estas ahí.
También le gustaban mis brazos, lo podía notar cuando estos quedaban todos húmedos después de recorrerlos con su lengua.
Cuando lamía en círculos mi ombligo, por inercia mis manos la sacaban, y ella se paraba como un toro, firme, desafiaba mi fuerza para seguir besándome, hasta que mis dedos se introducían en su boca y ahí se entretenía besándome los dedos. Mordiéndolos suavemente, sutilmente.
Y a mi me encantaba hacerme el dormido cuando ella hacia todo eso.
Por que a mí, al igual que a ella, me gusta dormir de día.
La noche no es para dormir.
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GENIAL!!!..
Muy bueno Cris la verdad!!
Hace mucho no firmo por que ando con parciales,protos,etc...vos me entendes..
Pero eso no quiere decir que no lo lea..
Me gusta muchisimo lo que estas escribiendo este tiempo..
Espero que andes bien :)
Y nos chusmeamos
Besotes!!
Se lo kiere OPE!!! :P
PD: El finde ando por tus pagos
Pequeña Dama*
Tus historias me parten la cabeza!Son tan simples y tan intrincadas a la vez... Cuando vuelven los relatos en serie?? Saludos
cierto... la noche no es para dormir, consuelo de los insomnes!! y de los amantes prohibidos *D
Bien Cristian, como siempre muy bien!
Un abrazo grande.
LuLu
Con una mina así, me imagino que no...
Gran relato... no uno de mis favoritos, pero muy bueno.
Como siempre, gustosa de volver a leerlo :)
Buenísimo.
En un momento sentí que me estaba aburriendo de tanta pasión, hasta que de un momento a otro llegó ese final tan inesperado.
Arriba!
Uff. Me encantó eso, "la noche no es para dormir."
Pequeña Dama: Pequeñin esta todo bien. Siempre andamos ajustados de tiempo no es obligación comentar. Espero que mis pagos hayan sido hospitalarios con usted. Se lo merece. Un beso grande, se cuida.
merlinita: Ahí comenzó uno espero que lo pueda leer. Muchas gracias por el cumplido, me alegro que le gusten las historias. Saludos.
Lulu: Como sabe usted eh. Muchas gracias por el comentario, abrazo grande Lulu. Que todo este más que bien.
Lola: Se le hace agua a la boca, puerquita. Beso y gracias por el comentario.
rro.: ¿Y cúal es su favorito?. Me alegro que te haya gustado este también, te dejo un besote rosarigasina. Se cuida.
Fernando Bernini: ¡Pum para arriba!. Me alegro que te haya "despertado" Fernando. Gracias por el comentario. Un abrazo.
M: Mexicanota de madres. Cuanto hace que lo la leia por aquí, me alegra su retorno. Un beso sin fronteras, gracias por el comentario.
Hacia mucho que no leia nada suyo, peor realmente me encanta todo aquello que escribe.
Exitos
Aye
Una grata sorpresa...al encontrar un poema y describir el arte del amor...me hiciste sentir en esa habitacion y hasta la sensacion de humedad en la piel...