Me ahogo en un café,
me suicido a cada instante, recién lo hice
me tire desde el marco de tus anteojos negros.
Me ahorco con un pelo tuyo.
Me metamorfoseo en un botón de tu camisa,
llévame donde quieras, pero sácame de acá,
arráncame de estas pesadillas tímidas.
Sueño con milagros,
Porque este amor lo puede todo.
Y si no lo puede, al menos lo intentamos.
Y si no, sí.
Vamos allá, a la mañana fresca,
volvamos allá a las aguas transparentes.
A los bosques de oxigeno, al intercambio de promesas,
a los juegos de la mano.
Es nostalgia, es suplicio.
No quiero más bondad, pues me hace titubear.
O vamos juntos, o nos quedamos para siempre, estancados
en el tiempo que no corre, en la distancia que no se recorre.
Todo o nada, nada y todo.
Nuestra eternidad.
Salto nuevamente al vacío, como una lágrima,
riego mi tumba.
Llora mi alma.
Archivado en: Los hombres también lloran
Que hermoooooso! me encanto, como todo lo que escribis!
Sublime.. Todo o nada, nada y todo, me encantó!
hmm.. siempre te leo aunque nunca te comento, (estoy empezando a cambiar mis malas actitudes) saludos..
day: Muchas gracias, me alegro mucho. Saludos.
Miss Rose: Muchas gracias. Que lindo que te guste, jajjaa comente sin miedo. Un placer. Saludos.