Aprendí a mirarte más allá de tu buen orto. Aprendí que podemos coger todo el día, pero después de eso es cuando nos quedamos realmente desnudos.
Comprendí que ni vos ni yo, tenemos la culpa de ser así. Que vos deseabas que yo pudiera abrir los ojos. Y ahora entiendo lo que decías de ser realmente seres humanos. De la especie que algún día lograría captar la esencia de las almas.
Que no era el porro lo que te hacia temblar y hablar con los ojos llorosos como una psicóloga-mística, o que quizás si lo era, pero lo hacías sin vergüenza. Y yo reía, sin entender la magnitud de tus palabras.
Aprendí que las calzas negras las usas porque realmente te gustan y te sentís cómoda, y que no lo haces para calentarme. Que la remera rosa combina perfectamente con tu pelo rubio y tus ojos verdes amarronados, o miel, nunca supe definir un color de ojos. Porque el negro nunca es negro y el marrón nunca es marrón. También me enseñaste eso, poder mirar a los ojos con sinceridad, sin que me importe cual era su color.
Me di cuenta que tus pies tienen forma de empanada, y que son absolutamente perfectos. Que tu sonrisa detiene corazones y contagia alegría. Que tu nariz es una cereza.
Me enseñaste a luchar por causas reales, a ser un militante de tu corazón. Entre otras cosas me mostraste una salida, la única salida que es de a dos. Que solo no se puede avanzar, porque no me puedo levantar.
Dijiste, que no todos los sueños terminan cuando se cumplen, que después hay que saber vivir con eso. Que la constancia y la perseverancia son estrategias para detener el tiempo.
Y que la vida no se pasa, si no sabes disfrutarla.
Archivado en: Los hombres también lloran
Te leo y me doy cuenta de que lecciones tan grandes como esta que describes en tu relato... a veces, sólo pueden asimilarse cuando ha pasado algún tiempo.
Siempre te felicitaré, por cada palabra, por cada sentimiento... porque tus textos son una transcripción del alma. GRACIAS. *_*
Vuelvo... porque se que siempre el recibiento es cálido, y que me esperan los mejores banquetes de letras para celebrar...
Hermoso esto Cristian... hacía mucho que no te leía y entrar y encontrar esto, hace bien :)
Que hermosooo! me encanto como todo lo que haces! me paro aca en casa y te aplaudo :) un beso enorme y gracias por compartir con nosotros algo tan lindo como lo que escribis siempre!
Siempre me sorprendes, gracias por regalarnos este sentimiento que descubrimos o redescubrimos al leer tu cuento.
abrazos Genio!
Que buena onda de blog, lo encontré de la forma más goma y no pude parar de leer... me copa tu forma de escribir. Saludos!
no se, es dificil encontrar una sola cosa para decirte. .. es tan simple. .. tan real! me encanta lo que escribis (:
Cris, tiempo sin visitar el blog (mucho tiempo).
Bueno ahora debo preguntar, exeptuando lo de nariz de cereza, vos estas escribiendo en cuanto a mi imagen?
O sos mi novio pero con identidad secreta?
Jajaja y bueno si las calzas negras las uso por que son recontra comodas, cuando no las tengo puestas es por que estoy con "los dias femeninos"
Sacando todas las pelotudeces anteriores, me alegra volver a leerte, y que me leas (los coment.) y nos leamos..
Un beso Cris, y exitos!
Carmen: Hermosas palabras. Que lindo leerte, es un placer enorme, valoro mucho lo que decís. Muchas gracias y buena vida.
Ro: Usted nunca se va Ro. Un beso y gracias por su comentario, por su aliento, aquí siempre será bien recibida.
Day: ¡Muchas gracias! No hacen faltas aplausos pero son bienvenidos. Un saludo grande y gracias nuevamente.
Kaibba: Gracias por las palabras, y el aliento constante. Un saludo grande.
Samara: Muchas gracias por el comentario, me alegro que lo haya encontrado entonces, no importa de que forma, importa que pasó.
leoo monzon: Muchas gracias por todo su apoyo y buena onda. Un placer tener lectores así. Un saludo grande.
Pipi: Muchas gracias por el comentario, y es verdad si es la Pipi que yo pienso que es, hace mucho que no la veía comentar, pero tenía la certeza que andaba por ahí. Saludos y éxitos para vos también.