Y de pronto, tus piernas no pesan lo mismo y el suelo no cambio, pero ya te cuesta más caminar. Y en los bares en donde vos eras el que saludabas ya no hay rostros conocidos.
La calle nos miente a cada instante.
Tus vecinos ya no están, tomarte una cerveza te apuñala y la resaca te despierta con vómitos corrosivos.
Ya no existen más los vinos baratos, ni las salidas “de cabeza”, ni siquiera las plazas que solían ser tan hospitalarias.
La infancia no fue gratis, ahora comprendí todo. Todo el despilfarro lo empezamos a pagar. Y salir a tomar aire, es realmente necesario.
¿Dónde quedaron los deseos y el “yo cuando sea grande...”?.
Los trenes se mueven más lentos que de costumbre y el tiempo pasa monstruosamente rápido. La lluvia te da seguridad y te acompaña en soledad.
Nos elevamos, sin saber que algún día comenzaríamos a caer. Allá se quedó el mar, aquella promesa de volver, cada día esta más lejos.
Amigos, amigos eran los de antes, ahora, tan solo nos queda un puñado de verdaderos amigos y “conocidos” nos sobran. No hay espacio mental para conocer nuevas personas. Vivimos encerrados en una decepción constante. Nos cagan a cada ratito.
Nos quedan un par de estrellas fugaces, algún mes de Enero, quizás dos o tres empujones, alguna mirada certera al corazón, y tal vez, tal vez nos quede un atajo hacia el amor.
Algún acceso directo al alma. Quizás esa persona especial afine la puntería, y se deje de joder y nos mate de una vez. Que morir en tus brazos no debe ser tan malo cuando vivir es tan difícil.
Me esta gustando la noche, la noche en complicidad, la noche para dos. La noche para llevar al día siguiente. La noche Express, la que se acaba. Es un entrenamiento para entender que todo se acaba. Siempre. Puede durar mas o menos, pero se acaba. Lo importante es disfrutarlo. Disfrutar todo lo máximo que se pueda. Y una vez que termina, seguir, porque de eso se trata todo, de intentar ser feliz.
Y sin embargo muchas veces siento que en alguna parte del mundo, alguien me espera con un calido abrazo al caer la noche. Y también se que algún día todo desparecerá.
Jamás vuelvan a decirme que todo sigue igual.
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